viernes, 26 de julio de 2013

martes, 23 de julio de 2013

Birthday(s)

Ayer fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas, cosa que siempre me resulta una gran casualidad porque también fue el cumpleaños de Selena Gómez, una de mis cantantes y actrices favoritas. Además también fue el cumpleaños de Keegan Allen, que interpreta a Toby en la serie de Pequeñas Mentirosas.
Y aunque eso ya parezca mucho, hoy también hay un par de cumpleaños más. Woody Harrelson, el actor que interpreta a Haymitch en Los Juegos Del Hambre nació un 23 de julio al igual que Daniel Radcliffe (Harry Potter). Y también es el cumpleaños de una de las primas de mi madre. Por último, hace tres años que la banda One Direction se formó.
Siete celebraciones es solo dos días, creo que es un récord.


miércoles, 17 de julio de 2013

Miénteme con verdad (Premio)

 Antes de empezar con el premio quiero decir que no voy a nominar a nadie en concreto. Todo aquél que tenga ganas de responder a las preguntas puede hacerlo. Muchas gracias.

 Normas:
1. Contar 5 mentiras
2. Contestas las 5 preguntas
3. Nominar 5 blogs
4. Hacer 5 preguntas
 
Mentiras:
No soy feliz.
Me encanta morirme de calor.
Me gusta el heavy metal.
Soy canadiense.
Vivo en Australia.
 
Preguntas:
¿Cuál es el último libro que has leído?
The Avery Shaw Experiment escrito por Kelly Oram
 
¿Cuál es la última canción que has escuchado?
Everytime, originalmente de Britney Spears pero yo he escuchado la versión Glee. Adoro esta canción. (Es la canción que estoy escuchando ahora)
 
¿Tienes mascota?
Nop
 
¿Qué es lo que más te gusta hacer?
Leer, escribir, hacer fotos, mirar fotos (en Instagram, We Heart It, Tumblr), blogear y mirar series y películas en Internet.
 
¿Qué es lo que menos te gusta del verano?
El horripilante calor que se tiene que aguantar.
 

martes, 16 de julio de 2013

Summer Story *Part 2.2*


Tres días después...

-       Buenos días Bárbara – saludo al entrar en la librería.
-       Buenos días – contesta la madre de Tyler - ¿Te gustó el libro que te quedaste la ultima vez?
-       Sí, era tan bueno que ya lo he terminado. Ahora vengo a buscar otro, aunque no creo que vuelva mucho más porque ya no me quedan muchos ahorros. Tengo que buscarme un trabajo.
-       Oh, tu siempre tan trabajadora, incluso en verano.
-       Es lo que se tiene que hacer, sino me quedo sin nuevos libros que leer.
-       Pues ahora que dices lo del trabajo, ¿que te parecería trabajar aquí? Me vendría bien algo de ayuda. Estos meses llegarán muchos libros nuevos y necesito ayuda para ordenarlos.
-       ¿No tienes a nadie que te ayude? – pregunto al recordar a Tyler.
-       En realidad no. Tyler no pasa mucho tiempo en la tienda y mi marido es el que lleva las cuentas, así que estoy sola aquí. ¿Que te parece?
-       Es el mejor trabajo que podría tener. Muchas gracias Bárbara.
-       Bienvenida al negocio querida.

Bárbara me enseña el modo en que los libros están organizados, aunque en realidad ya lo conozco porque paso gran parte de mi vida aquí dentro. Después de eso, me encarga que ponga de nuevo en su sitio unos libros que le habían devuelto y así lo hago.

El hecho de pasearme por la librería con diez libros entre los brazos me hace sentir feliz. Y es uno de los pocos momentos en que, aunque esté en la librería de la familia de Tyler, me olvido de él. Aunque el olvido no dura mucho porque mientras coloco uno de los libros en la estantería, aparece él a mi lado.

-       Hola Cathy – dice haciendo que me tiemble el cuerpo y tres de los libros que tengo agarrados en una pila, caigan al suelo – Deja que te ayude.

Tyler se agacha y recoge los libros que me han caído pero en lugar de devolvérmelos, se los queda en su mano.

-       ¿Necesitas ayuda para guardar estos? – pregunta.
-       No, estoy bien. Es mi trabajo – digo secamente.
-       ¿Trabajas aquí? – pregunta sorprendido.
-       Sí, tu madre acaba de contratarme – no le miro mientras digo eso. Simplemente continuo guardando libros en su sitio.
-       No me extraña, mi madre te adora – dice con una sonrisa.

No puedo evitar sonrojarme ante esa frase. Es lo que solía decirme cuando estábamos saliendo.
Empiezo a andar entre estanterías para dejar el siguiente libro y Tyler me sigue aun con los libros en la mano.

-       ¿Quieres que vayamos a tomar algo luego? – pregunta Tyler con un toque de nervios en su voz.
-       Tengo trabajo – contesto secamente y sin mirarle, porque sé que si lo hago me ablandaré y le diré que sí.
-       Cuando termines – insiste.
-       Tengo que... mi madre me ha pedido que la ayude.

Me muevo de estantería en estantería con los ojos en el suelo y la pila de libros se hace cada vez más pequeña.

-       Entonces otro día – sigue insistiendo.
-       No se Tyler... puede que no sea buena idea.

He terminado la pila, pero sigo moviéndome entre libros y le cojo los tres que tiene Tyler en la mano. Cada vez que queda un libro menos que colocar, soy más consciente que que tendré que encararlo en algún momento pero, como muchas veces son para mi, los libros me sirven de escapatoria. Hasta que se terminen.

-       Cathy – dice Tyler mientras me sigue. – Cathy – vuelve a llamarme y la forma en que pronuncia su nombre hace que me estremezca.

Y el último libro. Ya no quedan. Se han acabado.

-       Cathy, mírame – dice Tyler detrás de mí.

Me doy lentamente la vuelta y finalmente le miro.

-       Cathy, tenemos que hablar – dice finalmente.
-       ¿Hablar? – digo sorprendida – ¿De que quieres hablar?
-       De nosotros – contesta.
-       ¿Nosotros? Tyler, no hay un nosotros. Tu me dejaste ¿recuerdas? Seguramente ya tienes un “nosotros” con alguna chica de la Universidad.
-       ¿Que? Cathy ¿que estás diciendo? Yo no he salido con nadie más desde que salí contigo.
-       ¿No has salido con nadie? – eso era lo último que me esperaba. - ¿Entonces porqué me dejaste?
-       ¿Pensabas que te dejé porque quería salir con alguien más? – hace una pequeña pausa mientras niega con la cabeza antes de continuar – Cathy, corté contigo por ti.
-       ¿Qué? No lo entiendo.
-       Lo hice por ti. Yo no podía soportar estar tanto tiempo lejos de ti y pensé que para ti sería mucho peor porque cada día pasabas por delante de mi casa y no quería que lo pasaras mal, así que corté contigo. Lo hice pensando en ti. Para que no lo pasaras peor que yo.

No tengo palabras. Bueno, en realidad sí, de hecho un montón de palabras están pasando por mi cabeza ahora mismo, pero soy incapaz de pronunciarlas.

 
-       No pensé que se te ocurriría pensar algo como que tengo otra novia – continúa Tyler al ver que no digo nada. – Yo pensé que lo entendería bien, que sabrías porque lo hacía.
-       ¿Entonces no he hecho nada mal? – pregunto tímidamente.
-       Por supuesto que no – dice Tyler como si fuera lo más evidente del mundo.
-       Pensé que al estar tanto tiempo con gente de tu edad y gente mayor, pensarías que era una inmadura e infantil.
-       ¿Inmadura? Cathy, eres una de las personas más maduras que conozco. De hecho eres más madura que muchas de las chicas de mi curso. ¿Es que no ves lo evidente? Estas trabajando en una librería. En verano. Estoy seguro de que nadie de tu curso haría eso.

No puedo evitar sonrojarme ante lo que me dice. No puedo creer que esta conversación esté pasando de verdad. Me siento confusa. Como que estoy a punto de caer así que apoyo la espala en la estantería de detrás y dejo que mis manos toquen el lomo de los libros. El tacto de los libros me calma y en parte hace que me dé cuenta de que todo esto es real que no lo estoy soñando como he hecho muchísimas veces. Ahora esta pasando de verdad. Cada vez me cuenta más creerlo especialmente cuando las siguientes palabras salen de la boca de Tyler.

-       Quiero que volvamos, Cathy. Todo era fantástico antes de que me marchara después de Navidad. Quiero que todo vuelva a ser igual.
-       ¿Pero que pasará cuando vuelvas a la Universidad el curso que viene?
-       Podemos intentarlo. Seguir juntos, quiero decir, ahora ya sabemos que pasó en realidad y podemos ver si funciona – dice antes de añadir rápidamente: – Aunque si quieres dejarlo cuando el curso empiece podemos hacerlo. Pero no quiero que sufras.
-       Creo que habría sufrido menos si hubiésemos seguido juntos. Pero no importa, ahora ya ha pasado. Lo importante es el ahora
-       Entonces que me dices ¿lo intentamos de nuevo? – pregunta con un punto de nerviosismo y desesperación en su voz.
-       En realidad mi madre no necesita mi ayuda así que podemos ir a tomar algo cuando termine el trabajo – contesto con una sonrisa – Podemos considerarlo una nueva primera cita.

Cuando me besa solo puedo pensar en lo mucho que he echado de menos sus labios, en lo mucho que lo he echado de menos y en lo mucho que se van a enfadar Chloe y Maggie cuando les cuente que he vuelto con “Él”.

lunes, 15 de julio de 2013

Cory Monteith

Creo que muchos ya sabréis la triste noticia. Los fans de Glee, los gleeks, el día 13 de julio de 2013 perdieron a una gran persona en sus vidas. Cory Monteith, el actor de 31 años que interpretaba a Finn, el protagonista de Glee, se encontró muerto en su habitación del hotel de Vancouver donde se encontraba el sábado por la noche.
Ahora que ya sobeis lo que pasó quiero contaros como descubí este hecho.

 Ayer por la mañana me desperté, como cualquier otro día. Hacía un par de días que había empezado a ver la serie de Glee otra vez y tenía muchas ganas de verla.
Antes siguiera de levantarme de la cama cogí mi móvil y entré en instagram. Primero vi un par de fotos que no me llamaron mucho la atención y después vi una foto de Cory Moneith, cosa que no me resultó extraña porque sigo a un par de cuentas sobre glee. Seguí mirando fotos y solo había de él. Al principio me pareció un poco raro y obsesivo pero entonces encontré esta foto:


Y solo pude pensar: Dios mío, ahora parece que haya muerto. Y de hecho no estaba equivocada.
Básicamente me pasé todo el día viendo Glee y el hecho de verlo tan vivo me hacía imposible creer que ya no estaba aquí, que ya no grabaría más episodios de mi serie favorita.
Ayer también descubrí que Cory Monteith estaba saliendo con Lea Michele, la actriz protagonista de Glee. En la serie son novios y en la vida real también. Pero no solo eso. Estaban comprometidos. Iban a casarse en dos semanas.
Cada vez que descubría algo más era más difícil creer lo que había pasado. No parece real, hay momentos es los que pienso que parece una película, pero no lo es.

Espero que todos sus familiares y amigos puedan seguir adelante muy pronto y que todo les vaya muy bien. También espero que todos los gleeks podamos aceptarlo pronto y tengamos un buen recuerdo de él. Desde luego yo lo voy a hacer.

sábado, 13 de julio de 2013

Summer Story *Part 2.1*


Antes que nada, quiero se sepáis que este relato es más largo que el anterior así que he decidido colgarlo en dos partes. Espero que os guste.
 
22-6-13
*Cathy*

Hoy es el primer día de las vacaciones de verano. Son las nueve de la mañana y soy incapaz de volver a dormirme desde hace media hora. Después de estar intentado descansar un rato más me he rendido y he decidido bajar a la cocina para prepararme el desayuno.

La casa esta muy silenciosa así que asumo que Chloe sigue durmiendo y mis pares ya se habrán marchado a trabajar porque ellos aún no están de vacaciones.

Después de comer un poco vuelvo a mi habitación y me visto para salir a pasear por la ciudad antes de que todo el mundo se levante y las calles se conviertan en un mar de gente.


Cierro suavemente la puerta después de dejarle una nota a mi hermana. Empiezo a andar por las calles sin saber muy bien hacia donde voy mientras empiezo a pensar.

Estas vacaciones no tenemos planeado ningún viaje, así que voy a estar todo el tiempo aquí. Al menos tenemos una playa en la ciudad, de modo que ya tengo algo que hacer, aunque no me guste mucho, pero no voy a tener suficiente con eso. Necesito algo más para entretenerme. Podría buscar un trabajo. No estaría mal, así gano un poco de dinero.

Podría hacer de canguro, pero no hay muchos niños en la ciudad ahora y los pocos que hay creo que se van de vacaciones fuera; también podría pasear perros, pero no me gusta mucho la idea; ser camarera seria definitivamente muy agotador y no creo que mis piernas den para tanto. Uffff, esto es más complicado de lo que creía.

Al levantar la vista me doy cuenta de que estoy en la librería. La de la familia de Tyler. Tyler. Me muero de ganas de volver a verle. Volverá de la Universidad dentro de tres días. Le hecho mucho de menos.

No. No puedo echarle de menos. No. No. Tengo que superarlo. 

Al volver a casa, Chloe sigue en su habitación aunque sean las 11 de la mañana. Como no tengo nada mejor que hacer, decido ir a despertarla. No entiendo como es capaz de dormir tanto, a mí me resulta imposible. Voy a abrir la puerta de su habitación esperando encontrarla dormida en la cama, pero para mi sorpresa ya esta vestida y se está poniendo los zapatos.

-       Buenos días – dice alegremente.
-       Buenos días – le contesto - ¿Hace mucho que estás despierta?
-       En realidad no, hace unos diez o quince minutos más o menos. Ryan me ha llamado y me ha despertado.
-       ¿Qué quería?
-       Nada, que se aburría en casa y que si quería ir a pasear un rato e ir a la playa.
-       Yo acabo de volver de pasear.
-       ¿Ahora?
-       Sí, ya sabes que me gusta salir temprano para pensar – le contesto.
-       Bueno, pues cuando una viene la otra se va – dice con una sonrisa.
-       ¿Quieres desayunar algo?
-       No, ya comprare un bocadillo o cualquier cosa.
-       Vale, pues que te lo pases bien, yo me voy a mi habitación.
-       ¿No quieres salir o ir a la playa? Estamos de vacaciones.
-       No se, no me apetece mucho ir a la playa.
-       Bueno, como quieras, pero hace un día precioso y yo lo aprovecharía. No puedes quedarte siempre en casa. Y mucho menos por Él.
-       ¿Él quien?
-       Ya sabes a lo que me refiero. Tienes que olvidarte de ese chico, hace meses que estás así.
-       Vale, gracias por el consejo, puede que salga a pasear – le digo para quitármela de encima.
-       Deberías. Ahora me marcho que Ryan me estará esperando.
-       Adiós
-       Hasta luego – dice Chloe antes de desapareces por las escaleras.

Yo voy hacia mi habitación y abro la ventana para que pase un poco de aire. Chloe tiene razón, debería distraerme y olvidarme de él. Debería hacer caso a mi hermana, ella sabe más sobre relaciones que yo. Pero no puedo olvidarlo, no ha pasado un solo día sin que me acordase de él. Es demasiado importante para mi para simplemente eliminarlo de mis recuerdos.

El móvil empieza a sonar y me saca de mis pensamientos. Sin siquiera mirar el nombre que aparece en la pantalla contesto.

-       ¿Diga?
-       Hola – responde una voz alegre. Tyler es muy alegre. Su nombre también es muy alegre. Tyler.
-       ¿Tyler? – digo pensando en voz alta.
-       Soy Maggie – dice una voz ofendida – y creo que voy a dejar de llamarte si me vuelves a confundir con un tío. Y más con ese.
-       Lo siento, es que estaba pensando en él... – enseguida me doy cuenta de que no debería haber dicho eso.
-       ¡¿Estabas pensando en Él?! Vale, voy para allá. No vuelvas a pensar en Él o te vas a enterar.
-       Sí, lo que sea – digo distraída.
-       Estoy yendo hacia tu casa. Vístete porque nos vamos a la playa.
-       ¿La playa? No. No quiero ir. Estoy bien en casa.
-       No, no te vas a quedar en casa porque si no haces nada te pones a pensar y si piensas seguro que Él se cuela en tu mente y después te das cuenta de que lo echas de menos y te deprimes y no voy a dejar que te deprimas durante las vacaciones. ¿Entendido?
-       Lo que no entiendo es porque ni tu ni mi hermana decís nunca su nombre. No lo entiendo, con lo bonito que es. A mi me encanta. Ty...
-       ¡No lo digas! No decimos su nombre porque si se pronuncia esa palabra tu cerebro busca mecánicamente recuerdos relacionados con Él y eso no es bueno, porque queremos que lo olvides.
-       Me asustas, pareces licenciada en ciencia de corazones rotos.
-       Bueno, he leído un par de blogs de internet para informarme.
-       Sabes más que yo, eso seguro.
-       No te creas, según uno de los blogs, las personas que experimentan una ruptura de corazón son las que más saben sobre ello. Y como a mi no me me ha roto el corazón nunca, pues...
-       Claro, si no dejas que nadie se te acerque.
-       Bueno, dejemos el tema. Estoy delante de tu casa. Abre la puerta.
-       Vale, voy.

Corro a abrir la puerta mientras cuelgo el teléfono.

-       Hola – dice Maggie dándome un abrazo.
-       Holaaa.
-       ¿Llevas bañador? – pregunta.
-       No, acabo de volver de pasear.
-       Pues entonces ve a ponértelo que vamos a la playa.
-       No tengo ganas.
-       Pues vamos de compras. Quiero ropa nueva.
-       Ya iremos cuando lleguen las rebajas.
-       Bueno, entonces vayamos a desayunar fuera.
-       He comido hace un rato.
-       ¡Me da igual, comes otra vez! Dios mío, no hay ninguna escusa que te saque de casa – dice negando con la cabeza.
-       Me gusta estar en casa.
-       ¿Y si te digo que vamos a comprar libros?
-       Entonces vengo sin que tengas que arrastrarme por las calles.
-       Bien, pues vamos. Pero no iremos a la librería de la familia de Él.
-       ¿Porque? Tengo un vale de un 20% de descuento.
-       Pues eso es una señal de que vas demasiado.
-       Bueno, vale, iremos a al otra pero si no encuentro nada, vamos a la de la familia de Ty...
-       Vale – dice sin dejar que termine de decir el nombre de “Él”.

En la primera librería a la que vamos no encuentro nada que me guste, después de estar media hora mirando (culpa de Maggie que no quiere ir a la otra librería).

-       Buenos días, querida – dice la madre de Tyler cuando entramos en a tienda.
-       Hola – contesto alegremente.
-       ¿Quieres que te ayude a buscar algo? – pregunta amablemente.
-       No hace falta, vamos mirando, gracias – contesto mientras me adentro en uno de los pasillos llenos de libros.

Me encanta esta tienda porque no es ni demasiado pequeña ni demasiado grande. Tiene la medida perfecta y esta llena de libros de todos los colores y tamaños, cosa que la llena de ese agradable e incomparable olor que tienen los libros.

Empiezo a mirar estantes de libros mientras Maggie se pierde por otro pasillo. Amblas estamos locas por los libros.

Cuando ya he repasado todos los libros de una estantería, con uno en la mano voy hacia otra pero sin darme cuenta choco con alguien y mi libro se cae al suelo. Me arrodillo para recogerlo pero el chico con el que he chocado es más rápido.

-       Una gran elección. Conozco a alguien a quien le encantaría – dice mirando el libro.

Después me lo tiene y levanta la cabeza. Entonces es cuando puedo verle a cara.

-       Tyler – digo sorprendida y creo que un poco asustada.
-       Cathy – dice igual de sorprendido antes de que una sonrisa se extienda por su cara. – Me alegro de verte.

Yo le dedico una corta sonrisa evitando mirarle a los ojos, por miedo a perderme en ellos. Agarro el libro que tiene el las manos y cuando sin querer las mías tocan la suyas siento como si me quemaran, así que las aparto rápidamente. No tardo mucho en sentir como queman mis mejillas también.

-       Eh, bueno, tengo que... tengo que irme. Estoy con... con una... una amiga.
-       ¿Maggie?
-       ¿Eh? Ah,... sí. Co-con Maggie – digo muy pero que muy nerviosa.
-       Bueno, dejo que mires tranquila. Ya nos veremos – dice antes de plantar un beso en mi mejilla.


Y en ese momento no puedo estar más agradecida de que se vaya rápidamente porque no tengo ganas de que vea que me he quedado en estado de shock. Mi cuerpo no reacciona a la órdenes de mi cerebro. Es como si fueran dos cosas sin ninguna relación. Lo primero que hago es levantar mi mano hasta mi mejilla, la que Tyler ha besado. No puedo creer que haya hecho eso.