Tres días después...
- Buenos días Bárbara – saludo al
entrar en la librería.
- Buenos días – contesta la madre de
Tyler - ¿Te gustó el libro que te quedaste la ultima vez?
- Sí, era tan bueno que ya lo he
terminado. Ahora vengo a buscar otro, aunque no creo que vuelva mucho más
porque ya no me quedan muchos ahorros. Tengo que buscarme un trabajo.
- Oh, tu siempre tan trabajadora,
incluso en verano.
- Es lo que se tiene que hacer, sino
me quedo sin nuevos libros que leer.
- Pues ahora que dices lo del trabajo,
¿que te parecería trabajar aquí? Me vendría bien algo de ayuda. Estos meses
llegarán muchos libros nuevos y necesito ayuda para ordenarlos.
- ¿No tienes a nadie que te ayude? –
pregunto al recordar a Tyler.
- En realidad no. Tyler no pasa mucho
tiempo en la tienda y mi marido es el que lleva las cuentas, así que estoy sola
aquí. ¿Que te parece?
- Es el mejor trabajo que podría
tener. Muchas gracias Bárbara.
- Bienvenida al negocio querida.
Bárbara me enseña el modo en que los
libros están organizados, aunque en realidad ya lo conozco porque paso gran
parte de mi vida aquí dentro. Después de eso, me encarga que ponga de nuevo en
su sitio unos libros que le habían devuelto y así lo hago.
El hecho de pasearme por la librería
con diez libros entre los brazos me hace sentir feliz. Y es uno de los pocos
momentos en que, aunque esté en la librería de la familia de Tyler, me olvido
de él. Aunque el olvido no dura mucho porque mientras coloco uno de los libros
en la estantería, aparece él a mi lado.
- Hola Cathy – dice haciendo que me
tiemble el cuerpo y tres de los libros que tengo agarrados en una pila, caigan
al suelo – Deja que te ayude.
Tyler se agacha y recoge los libros
que me han caído pero en lugar de devolvérmelos, se los queda en su mano.
- ¿Necesitas ayuda para guardar estos?
– pregunta.
- No, estoy bien. Es mi trabajo – digo
secamente.
- ¿Trabajas aquí? – pregunta
sorprendido.
- Sí, tu madre acaba de contratarme –
no le miro mientras digo eso. Simplemente continuo guardando libros en su
sitio.
- No me extraña, mi madre te adora –
dice con una sonrisa.
No puedo evitar sonrojarme ante esa
frase. Es lo que solía decirme cuando estábamos saliendo.
Empiezo a andar entre estanterías
para dejar el siguiente libro y Tyler me sigue aun con los libros en la mano.
- ¿Quieres que vayamos a tomar algo
luego? – pregunta Tyler con un toque de nervios en su voz.
- Tengo trabajo – contesto secamente y
sin mirarle, porque sé que si lo hago me ablandaré y le diré que sí.
- Cuando termines – insiste.
- Tengo que... mi madre me ha pedido
que la ayude.
Me muevo de estantería en estantería
con los ojos en el suelo y la pila de libros se hace cada vez más pequeña.
- Entonces otro día – sigue
insistiendo.
- No se Tyler... puede que no sea
buena idea.
He terminado la pila, pero sigo moviéndome
entre libros y le cojo los tres que tiene Tyler en la mano. Cada vez que queda
un libro menos que colocar, soy más consciente que que tendré que encararlo en
algún momento pero, como muchas veces son para mi, los libros me sirven de
escapatoria. Hasta que se terminen.
- Cathy – dice Tyler mientras me
sigue. – Cathy – vuelve a llamarme y la forma en que pronuncia su nombre hace
que me estremezca.
Y el último libro. Ya no quedan. Se
han acabado.
- Cathy, mírame – dice Tyler detrás de
mí.
Me doy lentamente la vuelta y
finalmente le miro.
- Cathy, tenemos que hablar – dice
finalmente.
- ¿Hablar? – digo sorprendida – ¿De
que quieres hablar?
- De nosotros – contesta.
- ¿Nosotros? Tyler, no hay un
nosotros. Tu me dejaste ¿recuerdas? Seguramente ya tienes un “nosotros” con
alguna chica de la Universidad.
- ¿Que? Cathy ¿que estás diciendo? Yo
no he salido con nadie más desde que salí contigo.
- ¿No has salido con nadie? – eso era
lo último que me esperaba. - ¿Entonces porqué me dejaste?
- ¿Pensabas que te dejé porque quería
salir con alguien más? – hace una pequeña pausa mientras niega con la cabeza
antes de continuar – Cathy, corté contigo por ti.
- ¿Qué? No lo entiendo.
- Lo hice por ti. Yo no podía soportar
estar tanto tiempo lejos de ti y pensé que para ti sería mucho peor porque cada
día pasabas por delante de mi casa y no quería que lo pasaras mal, así que
corté contigo. Lo hice pensando en ti. Para que no lo pasaras peor que yo.
No tengo palabras. Bueno, en
realidad sí, de hecho un montón de palabras están pasando por mi cabeza ahora
mismo, pero soy incapaz de pronunciarlas.
- No pensé que se te ocurriría pensar
algo como que tengo otra novia – continúa Tyler al ver que no digo nada. – Yo
pensé que lo entendería bien, que sabrías porque lo hacía.
- ¿Entonces no he hecho nada mal? –
pregunto tímidamente.
- Por supuesto que no – dice Tyler
como si fuera lo más evidente del mundo.
- Pensé que al estar tanto tiempo con
gente de tu edad y gente mayor, pensarías que era una inmadura e infantil.
- ¿Inmadura? Cathy, eres una de las
personas más maduras que conozco. De hecho eres más madura que muchas de las
chicas de mi curso. ¿Es que no ves lo evidente? Estas trabajando en una
librería. En verano. Estoy seguro de que nadie de tu curso haría eso.
No puedo evitar sonrojarme ante lo
que me dice. No puedo creer que esta conversación esté pasando de verdad. Me
siento confusa. Como que estoy a punto de caer así que apoyo la espala en la
estantería de detrás y dejo que mis manos toquen el lomo de los libros. El
tacto de los libros me calma y en parte hace que me dé cuenta de que todo esto
es real que no lo estoy soñando como he hecho muchísimas veces. Ahora esta
pasando de verdad. Cada vez me cuenta más creerlo especialmente cuando las
siguientes palabras salen de la boca de Tyler.
- Quiero que volvamos, Cathy. Todo era
fantástico antes de que me marchara después de Navidad. Quiero que todo vuelva
a ser igual.
- ¿Pero que pasará cuando vuelvas a la
Universidad el curso que viene?
- Podemos intentarlo. Seguir juntos,
quiero decir, ahora ya sabemos que pasó en realidad y podemos ver si funciona –
dice antes de añadir rápidamente: – Aunque si quieres dejarlo cuando el curso
empiece podemos hacerlo. Pero no quiero que sufras.
- Creo que habría sufrido menos si
hubiésemos seguido juntos. Pero no importa, ahora ya ha pasado. Lo importante
es el ahora
- Entonces que me dices ¿lo intentamos
de nuevo? – pregunta con un punto de nerviosismo y desesperación en su voz.
- En realidad mi madre no necesita mi
ayuda así que podemos ir a tomar algo cuando termine el trabajo – contesto con
una sonrisa – Podemos considerarlo una nueva primera cita.
Hola, te he nominado a un premio. Pasate por club-hap.blogspot.com
ResponderEliminarpara verlo :)
Ohhhh, pero no era malo ^^ La hizo sufrir, pero no por una mala razón :D
ResponderEliminarOhhhhhh!! Qué monosa la última foto y la última parte ^^
ResponderEliminarMe encanta, escribes muy bien!
Besitos :)
¡Ay, me encanta! ¿Ya se acabado? Quiero la continuación de esta historia, que bonito ese final, me alegro de que acaben juntos y es un buen motivo para irse, para que ella no sufra... Me encanta. Quiero que continúes, por favor.
ResponderEliminarP.D. ¿Has leído mi novela ya? Ya no te gusta, ¿verdad? Lo entiendo, bueno no te molesto más.
Chao.